Sunday, October 28, 2012


COMENTARIO: LAS POLÍTICAS DE TRASVASES.
Se denomina cuenca hidrográfica al conjunto de tierras y acuíferos que aportan sus aguas al curso de un mismo río y se ordenan según vertientes. En la Península Ibérica se distinguen tres: vertiente atlántica, vertiente mediterránea y vertiente cantábrica.

La desigual distribución de los recursos hídricos en España ha planteado la posibilidad de llevar a cabo una política de trasvases, es decir, derivar agua de unos ríos a otros que  tienen un menor caudal.
Esto beneficia a algunas zonas que adquieren nuevos recursos hídricos pero perjudica a otras que los pierden. Ha sido una forma de suministrar agua muy criticada ya que para llevarla a cabo son necesarias grandes obras hidráulicas, que además de generar un impacto ambiental resultan caras económicamente. Otras desventajas son que puede producir cambios en los acuíferos, limitaciones para ampliar el uso del agua en las cuencas fluviales de origen y producción de cambios en el aporte de sedimentos, por lo que cuenta con la fuerte oposición de parte de la población.



En la geografía española coexisten dos zonas hídricas diferentes: la del norte, más húmeda y con ríos más caudalosos y la del sur, que se caracteriza por ser más seca. Ya durante la época franquista se realizaron numerosos embalses y trasvases entre ambos sectores. Una de las cesiones de caudales más importante y destacada es la que se realiza con el caudal del río Ebro, cuya agua es transportada a la zona de Levante.

En mi opinión, los trasvases entre diferentes ríos pueden ser útiles y beneficiosos en época de sequía, ya que la gente de la zona que los recibe puede utilizar el agua para realizar actividades necesarias como la agricultura, la ganadería o para uso personal. Sin embargo, en muchas ocasiones, esta agua trasvasada se utiliza para la realización de actividades de ocio como la construcción de campos de golf o parques acuáticos.



En conclusión, las políticas de trasvase constituyen un proceso complejo y costoso, por lo que únicamente deberían realizarse en casos de verdadera necesidad de recursos hídricos y no para realizar otras actividades. 


Tuesday, October 16, 2012


COMENTARIO CLIMOGRAMA- GIJÓN





Nos encontramos ante un climograma que representa el clima característico de la ciudad de Gijón, situada en Asturias, en la zona septentrional de la Península Ibérica.

La temperatura media anual de esta zona es de 13,8º C, por lo que cuentan con temperaturas suaves a lo largo de todo el año. La oscilación térmica no tiene gran amplitud, ya que el termómetro varía entre los 10ºC en los meses de invierno  y los 20ºC durante el período estival. Las precipitaciones son abundantes y tienen un total de 969 mm. al año.  No se dan meses de sequía, aunque las lluvias disminuyen durante los meses de verano.

Se trata de un clima oceánico o continental, ya que las temperaturas no sufren grandes variaciones a lo largo del año, sino que se mantienen suaves y comprendidas entre los 10ºC y los 20ºC.

Las precipitaciones son bastante abundantes a lo largo de todo el año, principalmente en los meses invernales cuando se encuentran en torno a los 90-100 mm. Destaca el mes de Noviembre donde se pueden llegar a alcanzar los 120 mm. Por el contrario, las precipitaciones disminuyen en los meses de verano, con valores que se sitúan alrededor de los 40-50 mm, que aun así son bastantes elevadas para producirse durante esa época del año.

Este clima es propio de la variedad climática oceánica o atlántica típica, que se localiza en la zona Norte y comprende las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y parte de Cataluña.

Entre la vegetación de estos territorios destaca el bosque templado caducifolio, además de repoblaciones de eucaliptos. Cuando estos bosques se degradan, aparece la landa, vegetación de matorral donde abundan el brezo, el tojo y la retama. Los ríos son numerosos, caudalosos y regulares debido a la abundancia de precipitaciones. Esto también da lugar a los cultivos de patatas, maíz o manzanas, y a la aparición de prados naturales donde se cría ganadería vacuna. La población de Gijón está constituida por un núcleo urbano concentrado y por núcleos más pequeños y dispersos. 

LA FORMACIÓN GEOLÓGICA DEL RELIEVE 
PENINSULAR

La formación del relieve peninsular se debe a dos procesos que han tenido lugar a lo largo de las eras geológicas terrestres: la construcción de relieves por medio de las fuerzas internas de la Tierra, y la destrucción del relieve por la erosión. Se distinguen tres eras o periodos de formación del relieve peninsular:
2.1. ERA PRIMARIA O PALEOZOICA.
En un principio la Península Ibérica se encontraba cubierta por el mar. Las primeras tierras emergidas formaban el antiquísimo macizo granítico gallego, mientras que el resto del espacio continuaba ocupado por el mar. Con el paso del tiempo se fueron depositando arcillas y areniscas hasta formar estratos.
Hace alrededor de 250 millones de años, los estratos comenzaron a sufrir grandes presiones y altas temperaturas ocasionadas por el movimiento herciniano                       (movimiento de la corteza terrestre), lo que dio lugar a que se plegaran. Los materiales de los que estaban compuestos los estratos se convirtieron en rocas metamórficas, también conocidas como rocas silícicas por su alto contenido en sílice.
Durante la Era Primaria se formaron importantes sistemas montañosos, que fueron erosionados hasta formar zócalos. Parte de estos zócalos fueron cubiertos por el agua y otra parte quedó reducida a relieves horizontales. También se elevó el Macizo Hespérico, que debido a la erosión se convirtió en una meseta.





2.2. ERA SECUNDARIA O MESOZOICA.
Los materiales de los relieves hercinianos de la Era Primaria fueron erosionados, transportados por la acción del agua y del viento y dispuestos en estratos en los fondos marinos. Estos estratos estaban formados tanto por materiales gruesos como por materiales más finos.
Además hay que añadir depósitos de restos de animales marinos, que sometidos a grandes presiones y temperaturas formaron las rocas calizas.
Otros materiales más ligeros que flotan en el agua, como por ejemplo la arcilla, pueden ser arrastrados mar adentro hasta depositarse en grandes fosas donde forman estratos.




2.3. ERA CENOZOICA.
Durante esta era se distinguen dos períodos:
Ø  Período terciario: orogénesis alpina.
A lo largo de esta etapa se produjo una gran inestabilidad de las placas tectónicas. Las numerosas colisiones y roturas dieron lugar a movimientos orogénicos (movimientos de la corteza terrestre que forman sistemas montañosos) que cambiaron el relieve peninsular:
·         El movimiento alpino no fue capaz de plegar los materiales de los zócalos de la Era Primaria, pero estos se fracturaron y dislocaron: unos bloques quedaron levantados, otros se deslizaron y algunos quedaron hundidos. Parte de los antiguos relieves se rejuvenecieron formando mesetas, cordilleras y depresiones.
El antiguo zócalo se fracturó en dos bloques: la Meseta Norte y la Meseta Sur. En las zonas de fractura se formaron fallas en escalera, depresiones y horsts. Algunos de los sistemas montañosos que surgieron durante este período son el Sistema Central, los Montes de Toledo, el Macizo Galaico-Leonés, la Cordillera Cantábrica y Sierra Morena.
·         Las presiones causadas por la colisión de placas plegaron los materiales depositados en los zócalos hercinianos. Estos estratos se abombaron dando lugar a la formación de cordilleras como el Sistema Ibérico y la Cordillera Cantábrica.
·         La colisión de placas plegó materiales de las fosas oceánicas, fracturando y elevando los zócalos que las comprimían, formándose los relieves exteriores a la Meseta, entre los que se encuentran los Pirineos, las Cordilleras Béticas y las Cordilleras Costero-Catalanas.





Ø  Período Cuaternario: glaciarismo.
Esta etapa se inició hace 1,8 millones de años y continúa en la actualidad. Se caracteriza por:
·         La erosión de los relieves alpinos, debida a la acción de ríos y glaciares. Numerosos aluviones fueron rellenando las fosas de los diferentes relieves, de manera que se formaron la depresión del Ebro y la depresión del Guadalquivir.
·         La sedimentación y colmatación de las zonas bajas. La erosión de los relieves alpinos aportó materiales que fueron rellenando depresiones. También formaron llanuras litorales en zonas de aguas poco profundas. Estos procesos continúan produciéndose en lugares como el delta del
Ebro y en la depresión del Guadalquivir.



Conclusión:
La formación del relieve en España es un tema fundamental a la hora del estudio de la geografía ya que durante estas eras surgieron todos los relieves peninsulares. Me parece un tema interesante y bastante fácil de entender, aunque la parte más complicada es la formación de la era cenozoica porque existen diferentes formaciones y es la más amplia.