INMIGRACIÓN Y EMIGRACIÓN EN ESPAÑA.

La inmigración en España es desde la década de los 90 un fenómeno de gran importancia, principalmente demográfica y económico, aunque también cultural y social. A finales de 2012, el número de personas extranjeras residentes en España se encontraba en torno a 5.400.000 personas, a los que hay que sumar los inmigrantes que se encuentran en nuestro país de manera ilegal. Las nacionalidades más numerosas son la rumana y la marroquí, mientras que se ha producido un descenso de residentes provenientes de Ecuador, Colombia, Perú y Argentina. En cuanto a Europa, la mayor parte de inmigrantes provienen de Reino unido, Alemania, Italia y Francia. En general, el número de residentes extranjeros ha crecido durante el último año en todas las Comunidades Autónomas. Cataluña es la Comunidad en la que hay un mayor número de residentes, seguida por Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

La gran variedad de inmigración en España complica la realización de una caracterización común. Sin embargo, en líneas generales, hay una mayor proporción de mujeres que de hombre procedentes de Hispanoamérica, al contrario que sucede con los africanos, siendo mayoritarios los varones. La proporción de mujeres y hombres procedentes de Europa es ligeramente favorable a estos últimos.

En cuanto a la edad, la mayor parte de las personas inmigrantes vienen en busca de trabajo, por lo que la media se encuentra en torno a los 40 años. Esto da lugar a un aumento de la natalidad y por tanto un rejuvenecimiento de la población española. El sector profesional que más inmigrantes empleaba es el de los servicios, seguido de la construcción y en último lugar la industria  y la agricultura.

Por otra parte, la emigración española es un fenómeno histórico que tiene sus inicios en la Edad Moderna. En el siglo XX, varió sus destinos de América a Europa. La mayor población española fuera de nuestro país se concentra en Argentina, que ha sido el principal destino de la emigración española y es nuevamente el principal receptor de desempleados españoles como consecuencia de la actual crisis económica, y el resto de Europa.

En la actualidad, hay alrededor de 2.000.0000 de personas españolas residiendo en el extranjero, distribuidos de forma casi equivalente por sexos pero desigualmente por continentes, concentrándose en América y Europa.

Por tanto, en pocas décadas España ha pasado de ser un país generador de emigración a ser un receptor de flujo migratorio, aunque con la crisis económica en la que se encuentra ha aumentado la emigración de españoles a otros países en busca de oportunidades y trabajo, especialmente de personas con una alta cualificación.